Un viaje inesperado al norte de la península, nos
llevo a pasar una gran semana en el cole de Ferrol, con la comunidad de
hermanos que allí vive y trabaja.
Una comunidad que nos acogió y nos hizo sentirnos
como en casa desde el primer día. Es verdad que no son muchos, pero trabajan y
dedican la mayor parte de su tiempo al cole, situado en el barrio de Caranza.
Un barrio muy particular, que hemos conocido un poco
mejor gracias al testimonio de los Hermanos, de Tere y de las monjas de Sagrado
Corazón. Tere, una mujer realmente sorprendente, que nos acogió una tarde en su
lugar de trabajo, donde dedica su tiempo a las familias gitanas del barrio,
sobre todo, a las mujeres y los niños. Con la madre superiora conocimos el
hospital y el “Refugio” del barrio. Se trata de un lugar donde personas sin
hogar son acogidas temporalmente, y donde tienen una comida, ducha y cama
caliente.
Gracias a todas las personas que conocimos nos
acercamos un poco más a la realidad del barrio, y por tanto del colegio La Salle, viendo que es una
realidad muy distinta y que requiere de
mucho trabajo y esfuerzo.
Fue una semana tranquila, de conocimiento, pero no
por eso aburrida, además de encontrarnos con la gente del barrio, estuvimos en
Santiago donde nos encontramos con JUFRA, un grupo de jóvenes franciscanos con
compartimos experiencias y formas distintas de vivir la Fe.
Parece que una semana no da para mucho, pero parece
mentira la cantidad de cosas que pudimos hacer y compartir, también trabajamos
nuestra interioridad y volvimos a nuestra infancia con diversas dinámicas.
Compartimos oraciones con la comunidad y todos los que participamos del
encuentro. No estuvimos solos, compartimos varios días con el grupo
universitario de Ferrol y amigos de Santiago.
Una experiencia muy positiva, en la que nos
encontramos con amigos y desconocidos, compartimos vida comunitaria y
aprendimos muchas cosas sobre nosotros y sobre los demás.
GRACIAS POR UNA SEMANA UNICA!!!
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